martes, 12 de julio de 2011

La luz que me ciega, Galería E, sábado 16 de julio 12:30 hrs, Valparaíso

Paz Errázuriz y Malú Urriola en Casa E, Valparaíso: Imagen y verso sugieren otra forma de ver


Fotografía, poesía y video se enlazan en esta muestra conjunta que propone una reflexión sobre la mirada. "La luz que me ciega" se inaugura el 16 de julio.  

Marilú Ortiz de Rozas 


Si bien gran parte de la obra de Paz Errázuriz es en blanco y negro, para las fotografías de "La luz que me ciega" ella escogió principalmente el color, que es lo que los protagonistas de sus retratos no pueden ver. Ellos sufren de acromatopsia, una extraña enfermedad que limita la visión al blanco y negro, pero que además les impide mirar cuando la luz es demasiado intensa. "Sólo hay tres fotos en blanco y negro, y son paisajes, el camino visto de lejos y la textura de las rocas", cuenta Paz.

En los retratos y otras obras en colores, la luz tiene un rol protagónico, veladora y sugerente de aquellos misterios tras los párpados, ya estén cerrados o abiertos, y tras la cotidianidad que los rodea.

Complementa estas fotografías un poema largo de Malú Urriola: "La realidad es un reflejo que nos devuelve lo que a veces no podemos ver por el destello de una supuesta vida uniforme y en colores.

Pero la vida y los mundos de lo humano son tan diversos y distintos. Y eso es lo que hace el arte, ver lo que los otros no ven o no se interesan en ver", expresa la poetisa.

"La luz que me ciega" se inaugura el sábado 16 de julio a las 12:30 horas en Casa E, Valparaíso, y se trata de una experiencia en la que convergen varias artes: la fotografía, la escritura poética, la música y el video, contando en esta última con la colaboración de Carolina Tironi.

El objetivo de este proyecto colectivo, que fue presentado en diciembre pasado en el Museo de Arte Contemporáneo, fue "proponer una reflexión y poner en cuestión el tema de la mirada, sus alteraciones, su eventual pérdida en el marco de una sociedad bombardeada por la imagen como espectáculo".

Se estima que la acromatopsia afecta a una entre cuarenta mil personas, y en Chile la padecen varias familias de una alejada localidad de la zona centro-sur, entre ellos, los hermanos Deidamia y Juan Pino. Prefieren omitir el nombre del poblado, ya que "fueron maltratados y fisgoneados por la prensa de manera bastante básica y cruel, como fantasear con que eran vampiros porque ven mejor de noche. Cuando la verdad es que ven mejor cuando no hay sol directo a sus ojos", precisa Urriola.

La muestra también es una incursión en sus vidas, en esa frágil marginalidad que es el hilo conductor del trabajo de Paz Errázuriz, en esa condición que los hace diferentes y los destierra in situ . "Deidamia es la mujer más joven aquejada por esta anomalía, con una pensión miserable de invalidez y el duro destino de ser mujer, joven y pobre", sostienen estas artistas, quienes emprendieron numerosos viajes para explicar a sus protagonistas el sentido de su trabajo.

"Ver, sus conjugaciones e interrogaciones fue el mapa de nuestro viaje", concluyen Errázuriz y Urriola.

Casa E es una galería y centro cultural emplazados en una restaurada casona victoriana de 1881, en la calle Lautaro Rosas -Cerro Alegre-, y empezó a funcionar a comienzos de este año, con una muestra de Matilde Pérez. Acoge además una librería y diversos talleres: "Una de las vocaciones de Casa E es que no sólo sea un espacio expositivo, sino también uno donde se cree obra, en residencias de artistas", afirma Emilio Lamarca, su director.

 Poesía


"Ni un verde que me enamore,
ni un azul que me apacigüe.
Tú dices cebada colorina,
yo aromo negro.
Canta un zorzal oscuro,
en la punta del chagual claro.
No por ver no veo,
ni por cantar no siento".

Malú Urriola (fragmento)